En el marco de los recientes acontecimientos difundidos por los medios de comunicación a nivel nacional, donde se cuestiona el accionar médico y se responsabiliza al profesional ante distintas situaciones y desenlaces, desde el Círculo Médico Departamento Paraná compartimos la postura institucional de la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA), adhiriendo al comunicado emitido por el Consejo Directivo de dicha entidad, el pasado 14 de Agosto.
POSTURA INSTITUCIONAL DE LA CONFEDERACIÓN MÉDICA
El acoso al accionar médico
En una nota periodística del diario La Nación de hace varios años atrás, estaba la opinión del destacado abogado penalista y ex-Camarista Federal Dr. Ricardo Gil Lavedra: “…la profesión de la medicina se ha tornado una actividad de altísimo riesgo, pues muchos abogados, al acabarse el filón de los juicios a las empresas del Estado -ahora privatizadas- y al mermar con las nuevas leyes el caudal de demandas por accidentes laborales, cargan contra los médicos, que están completamente desprotegidos…”. Desde hace varios años nuestra institución viene advirtiendo y dando una idea de la magnitud del problema. Los recientes acontecimientos difundidos por la prensa a nivel nacional, ponen a la comunidad médica en estado de conmoción e incertidumbre, pero de seguir el camino actual de la industria del juicio, con el tiempo advertimos que se volverá contra la sociedad misma.
Observamos con preocupación que resulta más cómodo cargar las culpas al médico ante un resultado adverso, que admitir la existencia de la enfermedad o la muerte. En general, todos estamos mal preparados para aceptar dicha circunstancia.
El médico egresa de la Universidad eligiendo una carrera puramente humanística para brindar a la sociedad un medio sanitario que el Estado no asume, y lejos está, en su formación, la de causar un daño o dolo. Mucho menos de realizar una criminalización del acto médico. Sin embargo, debe prestar servicios en lugares que no son adecuados, con deficiencias de seguridad para el paciente y para el mismo personal de salud, con faltantes de insumos y situaciones de violencia y agresiones que hacen indigno su trabajo. Solo su irresponsable vocación de ser útil con el prójimo, lo lleva a asumir riesgos que lo dejan expuesto en un sistema perverso, con horarios extenuantes y de paupérrimas remuneraciones.
La desmesurada difusión por los medios masivos de comunicación de los progresos de la ciencia médica como un producto de consumo, ha ocasionado que el público la imagine casi infalible, no permitiéndose aceptar la realidad de que no es una ciencia exacta y por el contrario, solo está obligada a garantizar los medios de atención y no los resultados, y ante los efectos adversos o los fracasos, se originan los procesos de la demanda.
En la profesión médica, la obligación es fundamentalmente de “medios” y no de “resultados”. Radica en aprovechar los cuidados apropiados para la curación del enfermo, sin asegurar que la salud será restablecida. Nuestros tribunales han aceptado que el médico contrae sólo la obligación de aplicar su saber y su proceder en favor de la salud del enfermo. Por lo tanto, de acuerdo con la jurisprudencia, no se promete un resultado sino el empleo del mejor medio para obtenerlo.
Lo que ocurre en nuestro país hoy, obliga a un razonamiento sereno, prudente y reflexivo.
El acoso permanente al accionar médico, ha de llevar a la parálisis paradigmática de cualquier iniciativa del sector. A corto plazo los médicos se verán obligados cada vez con mayor frecuencia a no enfrentar situaciones complejas, con las graves consecuencias para la sociedad y lo que ello representa.
Pero la situación es que ante el ser humano incapacitado, aún dentro de esta paradojal realidad, el médico seguirá siendo solidario y compasivo por naturaleza, aún a pesar de algunos sistemas aberrantes de salud. Nunca abandonará su ciencia e imaginación, su ingenio, ni cerrará sus manos para negar su saber ante el ser sufriente. Seguirá actuando con humanismo, ética, inteligencia y comprensión como fueron sus ideales para elegir ser médico. “En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad.” Dr. René Favaloro.
Consejo Directivo COMRA